Una taza de Pasión : Reseña: Ciudades de papel - John Green

lunes, 28 de julio de 2014

Reseña: Ciudades de papel - John Green





Ciudades de papel • John Green
Paper Towns|auto-conclusivo
Nube de tinta |978-956-9476-01-3
366 páginas + 2014 + $10.000
Compra: Antartica (Chile) + Booky
En su último año de instituto, Quentin no ha aprobado ni en popularidad ni en asuntos del corazón... Pero todo cambia cuando su vecina, la legendaria, inalcanzable y enigmática Margo Roth Spiegelman, se presenta en mitad de la noche para proponerle que le acompañe en un plan de venganza inaudito. Después de una intensa noche que reaviva el vínculo de una infancia compartida y parece sellar un nuevo destino para ambos, Margo desaparece dejando tras de sí un extraño cerco de pistas. Con un estilo único que combina humor y sensibilidad, John Green, el autor de Bajo la misma estrella, teje una emotiva historia a la que da vida un inolvidable elenco de personajes. Ganadora del prestigioso premio Edgar, Ciudades de papel aborda los temas de la amistad, el amor y la identidad para plantearnos una pregunta: ¿Vemos en los demás, y en nosotros mismos, solo aquello que queremos ver?
Gracias a PRH por el ejemplar.

A Margo siempre le gustaron los misterios. Y teniendo en cuenta todo lo que sucedió después, nunca dejaré de pensar que quizá le gustaban tanto los misterios que se convirtió en uno.



La primera vez que leí este libro, lo encontré aburrido, lento pero aun así especial. Incluso me hizo llorar bastante el final. Y ahora, tras leerlo por segunda vez casi un año después, no sólo cambió toda mi
perspectiva hacia la historia, sino que también comprobó una de esas teorías que tenía con respecto a las novelas de Green: que se transforman junto con el lector.

Verán, en primer lugar, creo que para leer este libro hay que hacer lo mismo que nos enseña la historia de Quentin (el protagonista) y es que no podemos esperar nada de esta novela. No es otro Bajo la misma estrella, y lo único que tienen en común es la esencia de John Green. He leído varias opiniones donde o Quentin es un personaje que cae re mal, o Margo merece ser crucificada. Y saben, probablemente sea cierto, pero a mí me ha fascinado que sea así. Me parece que el que Quentin sea un chico bastante irritable, algo molesto y otras cualidades que no sé cómo expresar, va de la mano con el mensaje de la historia. ¿Por qué es necesario un personaje perfecto? ¿Que caiga bien? Después de todo Quentin es humano y no podemos esperar nada de él. Ni que sea otro Augustus Waters, ni que Margo sea otra Hazel Grace. Estos personajes son tan imperfectos y con cualidades que supongo que no muchos llegarían a admirar, que han hecho que la lectura sea como viajar. Pero un viaje de verdad. No de esos donde todo sale bien por arte de magia o algo así. Además, hay que tener en cuenta que John escribió este libro antes de crear The Fault in our Stars.

Una Margo para cada uno de nosotros... y cada una era más un espejo que una ventana.
La había imaginado sin escucharla, sin saber que su ventana estaba tan cerrada como la mía. Y por eso no me la imaginaba como una persona que pudiera tener miedo, que pudiera sentirse aislada en una sala llena de gente, que pudiera avergonzarse de su colección de discos porque era demasiado personal para compartirla.

Al empezar  a leer, a diferencia de la primera vez, encontré la primera parte muy lenta. Seguía la lectura con un ritmo descontinuado y quería abofetear a Margo. Margo es la chica más popular del instituto, y hace cosas locas  y legendarias que roban la admiración de casi todos. Es una leyenda y la primera vez que leí este libro, hasta yo llegué a obsesionarme con ella, al igual que Quentin. En mi cabeza, Margo Roth Spiegelman era una heroína. Claro, ahora tras leerlo por segunda vez, me pareció egocéntrica, molesta y, aunque sí que tenía agallas, me hacía sentir muy mal por Quentin, que ha estado enamorado de ella desde casi siempre. Sin embargo ahora también se me ha hecho en ciertas ocasiones muy insoportable nuestro protagonista, y no faltaba ocasión donde quería darle una que otra bofetada para que se dignase a reaccionar. El problema es que, ¿Cómo puedo ser yo capaz de saber qué es lo que necesita Quentin? No puedo ser él, y aunque intente ponerme en su lugar, jamás lograré ver exactamente lo que él ve. Y sí, ese es otro mensaje de la novela.





Todos los personajes aportan mucho a la historia. Ben, con sus comentarios que hacen reír y querer abrazarlo, Radar, con su calma y paciencia e ideas que de verdad te ponen a cuestionar cosas, Lacey, que aunque no hace mucho se ganó mi respeto y cariño. Y por supuesto, Quentin y Margo, que cada uno debe conocerlos personalmente y sacar sus propias conclusiones. Booklist tilda a este libro de Divertido y tiene toda la razón, aunque no me hizo retorcerme de la risa. Pero lo que más me gusta es que también describe al libro como Iluminador. y creo que no hay palabra más exacta para definir esta historia. Y como no puede pasar desapercibido, la pluma de John sigue teniendo ese estilo metafórico, con frases y momentos que te ponen a pensar y te hacen darte cuenta de cosas en sus diferentes aspectos. Y a pesar de todo esa carga emotiva y profunda que lleva en las líneas, sigue siendo directa y, de cierta forma, simple.

—Las cosas nunca suceden como imaginas —me dice.
—Sí, es verdad -le digo. Pero lo pienso un segundo y añado—: Pero también es verdad que si no imaginas, nunca pasa nada.
Por fin entiendo que no puedo ser ella, y que ella no puede ser yo. Quizá Whitman tenía un don que yo no tengo. Por lo que a mí respecta, tengo que preguntarle al herido donde tiene la herida, porque no puedo convertirme en el herido. El único herido que puedo ser es yo mismo.

Pero ahora, yendo a detalles más técnicos, tengo que decir que una vez finalizada la primera parte de la historia, que son como 100 páginas creo, aunque la trama no agarre un ritmo trepidante y rápido, es una lectura que se hace interesante y definitivamente la parte final de la novela es una conclusión genial. No es un final perfecto, pero la manera en la que cada punto llega a su fin, me encantó.  De hecho la primera vez que lo leí hace dos años creo, me gustó bastante poco y me dejó un mensaje totalmente distinto al que me dejó ahora. En esta ocasión me ha parecido aburrido, latero, irritante e insoportable, pero todo eso se ha unido y terminé viendo cosas que habían entre líneas que me enamoraron. Y también aprecié todo lo contrario de lo malo que sentí. Además, John no sólo nos habla de como idealizamos a las personas, sino que también enseña que no existe verdad absoluta, que la amistad no es perfecta y que jamás va a existir alguien con quien congeniemos totalmente. Que simplemente hay que aprender a vivir, porque si te pasas la vida buscando o criticando, la vida se te va a ir. Ahora tras finalizar la historia, no lloré a mares, como en la primera lectura, porque creía que todo era muy trágico, sino que creo que entendí de verdad lo que John Green quería transmitir con esta novela. Fue como un baño relajante, como sentirte en paz (aunque quizá se deba a que leí el libro junto al mar xD).

Brillante, dice Voya, y yo concuerdo.

Un libro que cada uno debe leer para saber qué le parece, porque las expectativas no deberían existir con él, pero en lo que a mí respecta, me ha encantado.

Puntuación: 4.0

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