Reseña: Anatema

Anatema • Lissa D'Angelo 

Autopublicado | 9781495949036

297 páginas + Febrero 2014 + Gratuito

Dejé a Yania continuar con su lectura de Ocaso y rodé los ojos, sobre todo cuando retomó el parloteo de lo sexy que sería tener los colmillos del vampiro atravesando su cuello. Yo había estado ahí y no había nada de sexy en que te mordieran, sobre todo en el cuello. Dolía como la mierda y ni siquiera te volvías súper fuerte. No importaba lo comestible que se vieran en la pantalla, los vampiros no eran más que un dolor en el trasero. Y en el mío, un dolor constante.
Pensé en Becca, en todas las noches que madrugué leyendo sus puntos de vista, sus teorías e ilusiones. Recordé el problema que le suponía elegir, y, sin darme cuenta, me encontré parodiando sus textos.
Estaba convencida de tres cosas:
Primero; solía amar a los vampiros: Edgard, Stefano, Daemon, etc. A decir verdad, todo lo que tuviera colmillos y ojos claros.
Segundo; una noche algo sorprendente sucedió. Seamos honestos, fue algo horrible.
Y tercero; los mordiscos son dulces. ¡Claro!, tanto como puede serlo una motosierra en tu cuello.
Mi nombre es Micaela Palacios y esta es la historia de cómo un vampiro se comió mi corazón. Literalmente.

1. Anatema

2. Atalaya

La cordura está sobrevalorada

Anatema es una historia... distinta. O mejor dicho, peculiar. Quizás se debe a la protagonista media loca que se repite mucho que no lo está o a los nombres parodiados de vampiros famosos en la literatura juvenil (cosa que me hacía mucha gracia, por cierto) pero la cuestión es que ese tinte a diferente es lo más importante de todo esto, porque señores, esta vez el vampiro sexy de la novela, es "real."
Por supuesto que no real del tipo, lo tengo justo al frente mío, sino real de la forma en la que se considera a un vampiro. Malvado, sin corazón ni conciencia y carente de escrúpulos. Un vampiro que se roba muchas miradas, por supuesto y que también se puede exponer al sol, pero eso ya es otra cosa.
Al principio la historia es algo... confusa. Porque Mica habla y habla y habla sobre cosas que parecen no tener importancia y aunque eso hace que la historia no adquiera tanta potencia, sí que plantea muchas intrigas. Además, la forma en la que parlotea nuestra protagonista es tan ligera y natural que se lee volando.

Ahora, ¿Cuáles son los contras de Anatema?

Al ser una historia autopublicada hay varios errores, tanto de tipeo como de ortografía y aunque eso no es un gran inconveniente a la hora de leer, sí que hay gente a la que le importan esos detalles.

Además, tuve un par de dudas con ciertos sucesos que no terminaron de cerrarme y aunque Mica me agradó y no se me hizo complicado comprenderla, sí que está algo loquita.
Otra asunto es que la historia está principalmente centrada en nuestro vampiro rudo y la chica algo loca y no se tocan mucho los personajes secundarios, sin embargo, a pesar de que no están tan presentes, es bastante obvio que no importan. Mica se centra en contarnos qué le sucedió con un vampiro, no con sus amigas y el vampiro.

¿Cuáles son los pros de Anatema?

Quizás ciertas situaciones algo extrañas no las comprendí pero hubieron otras que me hicieron mucha gracia. Al igual que Sin Historial, hay varios tintes de humor que roban carcajadas, en especial por los comentarios rápidos e ingeniosos del chico vampiro. Y además las ocurrencias de Micaela...
¿Deberías leer Anatema si estás hastiado de los vampiros? Sí. ¿Por qué? Porque es distinta, hasta en ciertos momentos me parecía una parodia pero está claro que no lo es. Además, tiene un final completamente diferente a lo que estamos acostumbrados. Yo todavía no lo supero. Vas tranquilamente leyendo, creyendo que todavía quedan unas cincuentas páginas y van y te salen con eso y que esperes por Atalaya. Es un final que roba el aliento. Por inesperado y vamos, yo por lo menos me esperaba algo totalmente distinto. Fue una sorpresa.

¿Y el vampiro? ¿Dónde queda él? Pues, Nathan no se diferencia mucho de los vampiros que suelen frecuentar la lectura juvenil. En apariencia, es casi igual:  guapísimo, arrogante, ingenioso, guapísimo... y esas cosas. Pero conforme vamos avanzando la lectura, nos damos cuenta de muchas cosas, que no quiero adelantar porque la sorpresa es un factor fundamental. Sólo ya saben, no decidan no leerlo porque están cansados de que todos los chupa sangre (los de literatura juvenil, claro) son iguales... porque Anatema demuestra que se puede con otras cosas.

Una novela distinta, con unas cuantas ocurrencias divertidas y con un vampiro que rompe varios esquemas de predicción. Ingeniosa y fácil de leer, Anatema termina con un final que te deja sin aire.

Puntuación: 4.0