Una taza de Pasión : Reseña: El juego de Ripper - Isabel Allende

martes, 28 de enero de 2014

Reseña: El juego de Ripper - Isabel Allende



El juego de Ripper • Isabel Allende
Sudamericana | 978-950-07-4660-1
578 páginas + Enero 2014 + $14.000
Tal como predijo la astróloga más reputada de San Francisco, una oleada de crímenes comienza a sacudir la ciudad. En la investigación sobre los asesinatos, el inspector Bob Martín recibirá la ayuda inesperada de un grupo de internautas especializados en juegos de rol, Ripper.
«"Mi madre todavía está viva, pero la matará el Viernes Santo a medianoche", le advirtió Amanda Martín al inspector jefe y éste no lo puso en duda, porque la chica había dado pruebas de saber más que él y todos sus colegas del Departamento de Homicidios. La mujer estaba cautiva en algún punto de los dieciocho mil kilómetros cuadrados de la bahía de San Francisco, tenían pocas horas para encontrarla con vida y él no sabía por dónde empezar a buscarla.»

El musculo más poderoso es el corazón



Una sinopsis siempre juega un rol importante a la hora de elegir qué libro leer y las palabras de la
contraportada de El juego de Ripper prometían muchas cosas. Y toda la promoción que le hacían a la novela no hacía más que hacerme esperar una buena e intrigante historia. Claro que, había otro plus y era que los protagonistas del libro esta vez serían un grupo de adolescentes que con todo su ingenio y astucia resolverían los crímenes. Y estos ni siquiera adquieren gran protagonismo dentro de la historia.
Para empezar, las primeras páginas se veían bien; ya, nada interesante,  pero era el comienzo y el que se nos presenten hechos triviales es común.  Pero no cuando las escenas que carecen de importante e intentan hacerse pasar por algo que sirve para demostrar lo "reales" que son nuestros protagonistas, se existienden hasta la eternidad. Vale, no hasta la eternidad,  pero sí hasta la página 350 aproximadamente.    
Lo que quiero decir es que el libro se puede leer fácilmente,  y que no se hace tedioso, pero que está lleno de momentos que están de relleno y no aportan nada a la historia. Supongo que el fin era darle más credibilidad y vida a los personajes, pero no se logró,  porque al igual que la novela,  estos no parecen más que globos: en apariencia son bonitos y rellenos, pero por dentro es sencillo reconocer que solo tienen aire y nada de materia sólida. 

Amanda: Esta joven se me hizo muuuuy poco creíble. En primer lugar, nada sobre ella me cuadraba.  Es la típica adolescente tímida que encierra un montón de cualidades geniales y tiene, cómo no, súper inteligencia.  Vale, hasta ahí la cosa va aceptable,  pero conforme va avanzando la trama vemos a una niña. Sí,  porque a pesar de sus habilidosas deducciones, actúa como una chiquilla de cinco años. Y sin embargo aunque tenga un montón de desperfectos, no eran humanos, sino de un personaje mal armado. Nada de ella me hizo creer que se trataba de una persona real.
Indiana: La madre de Amanda.  Una mujer que no tiene reparos a la hora de ayudar a alguien.  No importa quién sea, ella está ahí para cualquiera y anda en las nubes siempre. A pesar de que no me terminó de convencer su personaje,  sé que existe gente como ella: bastante estúpida y tonta, porque en serio, me daba dolor de cabeza. Sin embargo, habían ciertas cualidades que ya sobrepasan lo creíble y que si aun así son capaces de ser digeridas, Indiana pasa completamente desapercibida. Se roba todo el protagonismo,  y todavía así no aporta nada sustancial a la trama.
Ryan: Un navy seal. Y la cabecilla del conflicto amoroso del libro. Para no entrar en detalles que desmenucen la trama del libro, sólo puedo decir que es el único personaje que llegó casi a agradarme. Casi. Sí,  porque no tenía nada de original  ni que recuerde con cariño.  Simplemente es que es ese típico personaje que acarrea todo y yo diría que la mayoría de la acción y de los acontecimientos importantes (si no es toda la trama) se le debe a él. 
El asesino: en cuestión,  este fue el personaje que más me gustó y me agradó.  Quizás porque fue el que más sorpresas logró traerme (una, para ser sincera, pero algo es algo) y el que me pareció mejor elaborado y más complejo. Gracias a él las últimas 100 páginas llegué a disfrutarlas. Por lo menos hasta antes del final, eso sí.
Y en general todos los personajes no son para nada memorables ni originales, y a pesar de que no logro rescatar nada positivo de ellos, sí que hubieron un par de momentos contados en los que sentí que trataba con algo que no rayaba en la línea de lo inimaginable.

Hacía cinco años, desde que volvió de la guerra, que Miller no tenía necesidad de echar mano de la extraordinaria determinación que le permitió convertirse en navy seal. El músculo más poderoso es el corazón, lo había aprendido de la semana infernal de su entrenamiento.


Y aunque la gran mayoría de la novela fue un gran fiasco, puedo decir que la forma de narrar de Isabel logra mantener la atención.  No llega a hacer sentir tensión o intriga como se espera de un libro del género,  pero sí que está bien narrado. Ahora, las incoherencias de la trama ya son otra cosa.
Hay muchas contradicciones y situaciones que carecen de toda lógica y ya que estamos, el que todo personaje de relevancia rodee a Amanda, no se me hizo para nada verosímil.
¡Ah! ¿Y no se trataba todo esto de un grupo de jóvenes que resolvían crímenes?  Pues no.
Aparecen a lo largo de la historia,  obviamente,  pero su participación no me convenció para nada y sus participantes en realidad no tenían mucho peso que ejercer. Un par de deducciones brillantes por aquí y por allá pero eso es lo único relevante. Estos integrantes de Ripper tienen una característica en común y es que todos son unos desadaptados o con problemas serios. Enfermedades graves, enclaustramientos indefinidos, y contacto con el más allá. Se supone que cada uno tiene su "don" por decirlo de alguna manera, pero sólo dos de los participantes lo demuestran seriamente.

Para Angelique, todos esos niños se fundían con Gaslepi y pasaban por etapas similares: timidez, angustia, tristeza y terror, que con el tiempo se tornaba en rebeldía y rabia, y finalmente en cinismo o frialdad; entonces ya no había nada que hacer, tenía que despedirse de ellos con la sensación de soltarlos a las fieras

Como decía,  todo eso del juego de rol y del suspenso intenso es pura campaña de publicidad. Y es bastante notable que el género policíaco no es el estilo de Isabel Allende.  Porque todas esas situaciones de relleno y que se centran más en la historia de los personajes que en el asunto del asesino serial, sólo terminan volviéndose hechos absurdos.
El final, fue la gran recaída del libro. Justo cuando las cosas se ponían decentes y entretenidas,  llega esa conclusión tan poco original y que peca de intratable. No me creí nada y el epílogo fue la gota que rebalsó el vaso. Porque todo termino cerrándose de una manera bastante sencilla, en plan: Pues ya. Fin.

Una novela con publicidad que no corresponde a lo que realmente representa. Con personajes para nada bien armados y con una trama llena de contradicciones e incoherencias que rematan en un final que echa a perder casi todo lo bueno de la historia, que fueron las últimas instancias algo entretenidas.

Puntuación: 2.0

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